Ciclos de vida
En marketing se habla de los ciclos de vida de los productos, ya que de ello depende el de las empresas. También podría hacerse extensivo al ciclo de vida de las carreras universitarias o de la formación profesional, como también a empleos no académicos y artesanos. Todo está sujeto a estos ciclos y sólo los cambios incrementales o radicales, como decía Richard Foster, pueden prolongar una actividad y no el cese de la misma.
En muchos casos ya no se trata de hacer cambios incrementales en lo que hacemos y en cómo lo hacemos. Se trata de redirigir nuestro talento natural, capital humano y recursos hacia nuevos conocimientos, nuevos mercados, nuevos usuarios y consumidores. Para ayudar en ese objetivo, los mensajes comerciales corporativos deben ser noticia y no sólo publicidad en un mundo saturado de información. Tienen que viajar por la Red y, para ello, deben ser inéditos, sorprendentes, imaginativos, únicos, deben aportar valor para que el objetivo de informar, persuadir o entretener sean viables. No volvamos a errar con el seguimiento costumbrista de tendencias publicitarias. La inteligencia es colectiva.
Es tiempo de discontinuidad. Nada permanece inalterable. Todo cambia o sucumbe. Ésta es la suerte y la oportunidad que tenemos delante si sabemos adaptarnos y hacer del cambio nuestra bandera
profesional y productiva. Para ello, es vital, conocer el ciclo de vida de los productos, para corregir y potenciar los contenidos digitales de la Red y, en su caso, adaptar el portafolio de nuevos
productos con decisiones contrastadas y sistemáticas.
Estamos seguros de que la ley del 80/20 también se cumple en su gama de productos, servicios y clientes. Déjenos analizar el ciclo de vida de su gama actual para optimizar la oferta y adecuar su portafolio de productos. Estamos a su servicio a través de las señas que encontrará en contacto.