Evaluación de contenidos comerciales

Son muchos los productos y servicios que debido a una precaria promoción comercial han fracasado, han ralentizado o han pospuesto su introducción.

 

Los mensajes deben ser analizados con sumo cuidado y de forma objetiva. No basta con que guste a los autores y a sus clientes, deben testearse los bocetos iniciales y valorar los resultados con una muestra de potenciales clientes para introducir las correspondientes modificaciones.

Nuestro departamento de evaluación de contenidos comerciales asume ese reto:  elabora los cuestionarios y realiza las encuestas para determinar si la interpretación del mensaje y el grado de atención e interés que despiertan se ajustan al objetivo que persigue la campaña.

Algunos errores son habituales, simples y de gran calado. Por ejemplo, utilizar letra pequeña para contenido informativo en un folleto que promociona un producto o servicio dirigido a personas mayores, o promocionar un local de restauración con fotografías de la fachada y no del comedor o de sus platos típicos. Poner el nombre del dueño o de la empresa en el rótulo exterior de un negocio es muy frecuente, pero es mucho más útil indicar la actividad. Las páginas web también presentan muchas deficiencias: textos pequeños, poco contrastados, datos poco estructurados, mensajes ambiguos, sección de productos o servicios poco elaborados.

En un mundo saturado de información debe prestarse más atención a todo lo que se debe informar y cómo se hace. Los textos deben estar bien redactados y ser concisos aunque no siempre se lean. Las ilustraciones, los esquemas y las imágenes se ven siempre, aún sin querer. Los colores, dentro de un contexto, también generan emociones. Todo ello debe mantener un buen equilibrio para optimizar el impacto del mensaje comercial.